El arte de preguntar

por | 15-Ene-2018 | Artículos

«Hasta que no te hagas consciente de lo que llevas en tu inconsciente, éste último dirigirá tu vida y tú le llamarás destino».

Carl G. Jung

La mayéutica es el método aplicado por Sócrates a través del cual el maestro hace que el alumno, por medio de preguntas, descubra conocimientos. El término griego de «maieutik» se traduce como obstetricia, es decir, la que se ocupa del parto o embarazo. La madre de Sócrates, por cierto, era comadrona.

En una definición simple y coherente, mayéutica es responder preguntas con más preguntas; de este modo, se llega a un final, final en que la respuesta la da el propio discípulo. El objetivo de la mayéutica es acceder al conocimiento (las respuestas) que en realidad subyacen en el propio sujeto, igual que la partera ayuda a nacer la criatura, que ya existe previamente.

Un obstáculo que constatamos en la práctica del icoaching es la dificultad del sujeto que consulta para formular la pregunta de forma relevante en relación al objetivo real que persigue.

A menudo se debe a que confundimos medios con objetivos. Pondré un ejemplo: «me contratará la empresa XXX, a la que he enviado mi CV?». I-Ching puede darnos respuesta a esa pregunta, por supuesto. Será una respuesta binaria (si/no), pero qué haremos con esa respuesta?. Puede ser que no me contraten a corto plazo, pero sí más adelante o puede que me contraten y a los 6 meses no me renueven el contrato… Otro inconveniente es el efecto llamado «profecía autocumplida», como la respuesta ha sido negativa, desisto de hacer seguimiento y me olvido del asunto, con lo que la empresa puede entender que no tengo interés real y no contratarme.

Realmente, la cuestión que interesa al sujeto del ejemplo es alcanzar una estabilidad económica y que la empresa XXX es sólo UN medio para alcanzar ese objetivo y no el único.

Otro error frecuente es pensar que el futuro es monorail y sólo hay un escenario posible, eso es determinista y además erróneo, lo cierto es que el futuro es un mapa de carreteras y la elección es nuestra.

La cadena de elecciones que se pone en marcha al tomar una ruta, a menudo viene determinada por sentimientos y muy poca información objetiva, eso hace que quede en manos del azar llegar a nuestro destino circulando por una autopista rápida y segura o por un auténtico camino de carros e incluso que no lleguemos nunca, perdiéndonos en un laberinto de carreteras secundarias que nos alejan.

Cómo decía Carl G. Jung: «Hasta que no te hagas consciente de lo que llevas en tu inconsciente, éste último dirigirá tu vida y tú le llamarás destino».

Conclusión: No hay un solo futuro posible, existen diversos y tú tienes la posibilidad de escoger. Tu elección será mejor o peor en función de la información que tengas a tu alcance sobre tus opciones, I-Coaching te aporta una información sobre esas opciones que nunca antes habías tenido, pero para llegar a ella debes formular las preguntas correctas.

Ya sabes el axioma de los matemáticos: un buen planteamiento del problema es la mitad de su solución.

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