Los tres principios del emprendedor
«La perseverancia y el esfuerzo llevan al éxito. Como una planta que lucha por salir a la superficie, en los nuevos proyectos hay que ser firme, no abandonarlo y contar con ayudantes que lo impulsen».
I Ching. Hexagrama 3: La Dificultad en el Inicio.
«Siempre parece imposible hasta que se hace».
Nelson Mandela. Político.
Los emprendedores muy a menudo experimentan la sensación de soledad y de incertidumbre ante el compromiso personal que han decidido poner en marcha. Esta sensación es lógica y de lo más general.
Para orientar la acción hacia el éxito del negocio en el que cada uno se ha comprometido, desde I-Koaching te ofrecemos tres consejos básicos:
¡Sé Revolucionario!
- En el ánimo de cualquier emprendedor late una buena dosis de intuición, de visión de futuro, de valor y de Cambio.
- Una vez tengas bien definido y valorado tu proyecto (y no solo por tu «Sexto Sentido» sino contrastado por el análisis y evaluación de expertos), seguid adelante con él.
- Nunca confundas tus sueños o deseos con aquello que es posible y viable.
¡No hay ni atajos ni milagros!.
- Traza cuidadosamente tu Hoja de Ruta y síguela mientras te sea útil. Cuando veas que la realidad se desvía de tus objetivos iniciales cámbiala o reajusta los supuestos iniciales.
- Adoptar una postura rígida ante la evidencia con respecto a las hipótesis iniciales, sólo te llevará al desastre.
- La clave es ser flexible frente a la Realidad y adaptarte al Cambio.
- Y si tu proyecto definitivamente no funciona, olvídalo pero no renuncies jamás a seguir emprendiendo.
¡No te rindas!
- En tu trayecto, vas a experimentar momentos de duda, de desazón y de desánimo, pero mientras tu proyecto tenga recorrido, trabaja duro y no abandones.
- Piensa que sin una continua perseverancia, palabras como mejora, logro y éxito no tienen ningún significado.
¡Sé humilde y cuenta siempre con tu equipo!
- Nunca pienses que como promotor del proyecto eres su único propietario ni que siempre vas a ser imprescindible.
- Si tu proyecto prospera, ten siempre presente que más allá de tener ideas, tiempo y dinero, el éxito del proyecto dependerá de la calidad y la motivación de tu equipo y de tu capacidad para establecer mecanismos de colaboración entre ambos.