Aplica el marketing de guerrilla…digital
Los principios básicos del marketing son los mismos para las grandes corporaciones como para las pymes o negocio local, esos mismos principios son válidos en el marketing convencional como en el digital. Al fin y al cabo, un Plan de Marketing es la hoja de ruta del sentido común para alcanzar los objetivos comerciales de cualquier negocio.
“El éxito se compone de un 10% de inspiración y un 90% de transpiración.”
Es muy frecuente encontrar empresas que han disfrutado de las ventajas de haber nacido en un momento óptimo y no disponen de esta herramienta estratégica, les ha ido muy bien y no ven la utilidad o no encuentran el momento.
Sin embargo, la aceleración que vivimos en los momentos actuales, exige estar atento a los cambios, a las nuevas oportunidades emergentes y como no, a las amenazas directas e indirectas.
La diferencia entre una gran empresa y un negocio local está en la forma en que una y otra abordan el mercado, los instrumentos, estrategias a emplear y …… los recursos disponibles.
Las herramientas digitales nos permiten un conocimiento de los clientes sin precedentes y con unos costes extremadamente bajos, accesibles para cualquier negocio, esto hace que muchos más competidores se disputen el mismo segmento de mercado y se desate una lucha feroz por la visibilidad.
Lograr las primeras posiciones en los buscadores puede suponer un esfuerzo insostenible (en tiempo y en dinero) para muchos negocios locales. Intentar competir en el mismo terreno con empresas grandes en recursos es muy arriesgado y con pocas posibilidades de ganar.
La premisa básica de cualquier Plan de Marketing debe ser “conoce a tu cliente” y en esto, el negocio local cuenta con ventajas si sabe jugar bien sus cartas. La proximidad es clave, el contacto personal facilita mucho escuchar y comprender a los clientes, reaccionar a sus necesidades e intereses. Pero hay que dar un paso más, extender la “proximidad” al entorno digital de los consumidores, construyendo una “experiencia de usuario” más allá de productos y servicios.
Las redes sociales nos permiten escuchar a nuestros clientes, nos permiten dirigir mensajes y propuestas personalizadas a públicos muy delimitados, con costes realmente bajos en comparación con los medios de masas clásicos. Pero no hemos dicho que sea fácil, hay que dedicar tiempo a analizar las métricas, cómo se comportan los usuarios en nuestros espacios digitales, hay que testear estrategias, evaluar resultados, responder a las preguntas de los clientes y ser muy ágil.
A menudo resulta difícil batallar en dos frentes al mismo tiempo, desarrollar un modelo de negocio, ocuparse de su gestión diaria y al mismo tiempo gestionar con habilidad los nuevos medios de relación con los clientes. Delegar la gestión de las redes sociales a un Community Manager puede ser una solución, el éxito estriba en escoger a alguien que conozca muy bien nuestro sector. Personalmente, apuesto más por un modelo de “coaching comercial”, alguien que te ayuda a alcanzar tus objetivos, porque el core business no se puede delegar.
Los recursos son limitados, mientras que las formas de gastarlos son siempre ilimitadas, un buen Plan de Marketing es la garantía de saber dónde vas, con qué cuentas y cuando estás llegando, y no dispersar recursos.